lunes, 28 de marzo de 2011

Ruben Darío

Bueno elegí a este autor porque me encantan sus poemas
todo lo escribe me sirve de inspiración.
Me motiva a seguir adelante

Nocturno

Silencio de la noche, doloroso silencio 
nocturno... ¿Por qué el alma tiembla de tal manera? 
Oigo el zumbido de mi sangre, 
dentro de mi cráneo pasa una suave tormenta. 
¡Insomnio! No poder dormir, y, sin embargo, 
soñar. Ser la auto-pieza 
de disección espiritual, ¡el auto-Hamlet! 
Diluir mi tristeza 
en un vino de noche 
en el maravilloso cristal de las tinieblas... 
Y me digo: ¿a qué hora vendrá el alba? 
Se ha cerrado una puerta... 
Ha pasado un transeúnte... 
Ha dado el reloj trece horas... ¡Si será Ella!...



http://www.poemas-del-alma.com/nocturno-dario.htm

Nocturno-Ruben Darío


Canción de otoño en primavera

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Plural ha sido la celeste 
historia de mi corazón. 
Era una dulce niña, en este 
mundo de duelo y de aflicción. 

Miraba como el alba pura; 
sonreía como una flor. 
Era su cabellera obscura 
hecha de noche y de dolor. 

Yo era tímido como un niño. 
Ella, naturalmente, fue, 
para mi amor hecho de armiño, 
Herodías y Salomé... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Y más consoladora y más 
halagadora y expresiva, 
la otra fue más sensitiva 
cual no pensé encontrar jamás. 

Pues a su continua ternura 
una pasión violenta unía. 
En un peplo de gasa pura 
una bacante se envolvía... 

En sus brazos tomó mi ensueño 
y lo arrulló como a un bebé... 
Y te mató, triste y pequeño, 
falto de luz, falto de fe... 

Juventud, divino tesoro, 
¡te fuiste para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Otra juzgó que era mi boca 
el estuche de su pasión; 
y que me roería, loca, 
con sus dientes el corazón. 

Poniendo en un amor de exceso 
la mira de su voluntad, 
mientras eran abrazo y beso 
síntesis de la eternidad; 

y de nuestra carne ligera 
imaginar siempre un Edén, 
sin pensar que la Primavera 
y la carne acaban también... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer. 

¡Y las demás! En tantos climas, 
en tantas tierras siempre son, 
si no pretextos de mis rimas 
fantasmas de mi corazón. 

En vano busqué a la princesa 
que estaba triste de esperar. 
La vida es dura. Amarga y pesa. 
¡Ya no hay princesa que cantar! 

Mas a pesar del tiempo terco, 
mi sed de amor no tiene fin; 
con el cabello gris, me acerco 
a los rosales del jardín... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 
¡Mas es mía el Alba de oro!



http://www.poemas-del-alma.com/cancion-de-otono-en.htm

Cancion de Otoño en Primavera- Ruben Dario


"SONATÍNA"

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? 
Los suspiros se escapan de su boca de fresa, 
que ha perdido la risa, que ha perdido el color. 
La princesa está pálida en su silla de oro, 
está mudo el teclado de su clave sonoro, 
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. 

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. 
Parlanchina, la dueña dice cosas banales, 
y vestido de rojo piruetea el bufón. 
La princesa no ríe, la princesa no siente; 
la princesa persigue por el cielo de Oriente 
la libélula vaga de una vaga ilusión. 

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, 
o en el que ha detenido su carroza argentina 
para ver de sus ojos la dulzura de luz? 
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, 
o en el que es soberano de los claros diamantes, 
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? 

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa 
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, 
tener alas ligeras, bajo el cielo volar; 
ir al sol por la escala luminosa de un rayo, 
saludar a los lirios con los versos de mayo 
o perderse en el viento sobre el trueno del mar. 

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, 
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, 
ni los cisnes unánimes en el lago de azur. 
Y están tristes las flores por la flor de la corte, 
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, 
de Occidente las dalias y las rosas del Sur. 

¡Pobrecita princesa de los ojos azules! 
Está presa en sus oros, está presa en sus tules, 
en la jaula de mármol del palacio real; 
el palacio soberbio que vigilan los guardas, 
que custodian cien negros con sus cien alabardas, 
un lebrel que no duerme y un dragón colosal. 

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! 
(La princesa está triste, la princesa está pálida) 
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! 
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, 
?la princesa está pálida, la princesa está triste?, 
más brillante que el alba, más hermoso que abril! 

?«Calla, calla, princesa ?dice el hada madrina?; 
en caballo, con alas, hacia acá se encamina, 
en el cinto la espada y en la mano el azor, 
el feliz caballero que te adora sin verte, 
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, 
a encenderte los labios con un beso de amor».


http://www.poemas-del-alma.com/sonatina.htm

Datos importantes de la vida de Ruben Darío

18 de enero de 1867: Nace en Metapa, Nicaragua
1870: Aprende a leer a la edad de 3 años
1880: Se publica un soneto suyo, "Una lágrima", por primera vez en un diario
1881: Se muda a Managua, donde trabaja como periodista
1888: Viviendo en Chile, publica la obra que lo hace famoso, "Azul..."
1893: Llega a Buenos Aires como cónsul del gobierno colombiano y trabaja en varios periódicos nacionales
1896: Publica "Los raros" y "Prosas profanas y otros poemas"
1898: Viaja a España enviado como corresponsal del diario La Nación para cubrir la Guerra Hispano-Estadounidense"
1900: Se radica en París, Francia
1903: Es designado cónsul de Nicaragua
6 de febrero de 1916: Fallece en León, Nicaragua

http://www.poemas-del-alma.com/ruben-dario.htm